Cristina Requejo |
Cristina Requejo, nació en Ourense, un 16 de Mayo de 1970. Estudió Psicología Clínica en la Universidad de Santiago de Compostela. Vivió en Galicia hasta el año 1992, en el que se trasladó a Madrid, donde reside actualmente. Es autora del poemario De dónde esta manía de ser pájaro (Enkuadres, 2017) y escribe en diversas webs literarias. Agradecemos a la autora su visita esta semana en el blog para hablarnos de literatura y de sus primeros encuentros con las letras.
Gracias por tu tiempo, Cristina. En 2017 publicaste tu primer poemario y sabemos que estás trabajando en el próximo, ¿Es la escritura una constante en tu vida o surge a raíz de algo? ¿Desde cuándo escribes?
Comencé a escribir siendo casi
una niña. En la adolescencia escribía todo lo que pasaba por mi mente,
fragmentos o retazos de cosas cotidianas por las que sentía inquietud, sin
llegar a tratarse nunca de diarios, ya entonces solía reescribir y
cambiar finales de libros que leía. Recuerdo que Reescribí y cambié el final de
Madame Bovary. Extravagancias adolescentes en las que invertía el tiempo, pero
que me ayudaban a evadirme, supongo. Ya más mayor, con 19 años, empecé a escribir relato breve. Publicaba relatos semanalmente
a esa edad en un periódico local del Bierzo, y aquel reto me estimulaba. Si te
soy sincera me produce un sentimiento de ternura y espanto releer aquellos
textos, pues no tenía ni el más mínimo conocimiento acerca de estructura. Aún
los conservo, eso sí, cerrados bajo llave. A partir de ahí nunca dejé de
escribir, pero sin ánimo de intentar publicar nada hasta que, ya muchos años
después, abrí el blog Desde mi luna, donde principalmente escribía textos de
carácter confesional. Unos años más tarde empecé a colaborar en el blog Esta noche te cuento, llevado
magníficamente por Juan Morán. Es un
blog de relatos, y algunos de esos relatos fueron recogidos en la Antología Un
tiempo breve junto con textos de otros autores a los que admiro.
Del relato pasé a la poesía casi
de forma accidental. Empecé como un juego en el concurso Cuenta 140 de El
cultural, levado por Joaquín Pérez Azaústre, en donde gané en varias ocasiones.
Nunca antes había escrito poesía y me empecé a sentir cómoda dentro del género.
Así, en el año 2017 salió publicado mi primer poemario, que lleva por título ¿De dónde esta manía de ser pájaro?, en la editorial Enkuadres. Actualmente estoy ya en la fase final de mi
segundo libro de poemas, que espero vea pronto la luz.
¿Qué dirías que te aporta la escritura y, por ende, la literatura en tu día a día?
Escribir es para mí una necesidad
emocional que surge a su vez de otra necesidad también importante , que es la
reconciliación con lo vivido. Es en la escritura donde encuentro la aceptación
de mis vivencias, y también la comprensión y el porqué de las mismas. Me
refiero a esas vivencias que nos marcan, a veces dolorosas. Cuando las
convierto en palabras, se produce en mí una especie de catarsis, a veces
inconsciente, y todo el proceso, así como la experiencia vivida, cobran
sentido. La escritura en mí es un instrumento útil que actúa como catalizador
emocional. Publicar es la guinda del pastel, pero nunca una guinda necesaria.
Si escribiera pensando en publicar estaría sometida a muchas servidumbres, y a
mí no me apeteció nunca estar sometida a nada. Escribo desde la libertad que yo
misma me concedo.
¿Cómo surge tu proceso creativo?
La respuesta a esta pregunta está
muy ligada a lo que te dije en la anterior. No vivo para escribir ni escribo
para vivir (para mí esto es una gran cursilada). Todo lo que escribo viene de
mis vivencias, o mejor dicho, de las emociones que me causan determinadas
vivencias. Pero yo no decido el momento en el que voy contarlas, sino más bien al
revés: es el momento el que llega y decide que hay algo que decir y me
pongo a ello. Necesito distancia emocional para contar, y eso requiere a su vez
una distancia temporal de lo vivido, que es quien deja el poso de mi escritura.
No soy una escritora disciplinada, y tampoco
espero a que me llegue un fogonazo inspirador para escribir. Escribo cuando
siento que en mi interior hay asuntos que ya han sido resueltos. Es mi manera de reconciliarme conmigo y con la vida
a través de un diálogo honesto con todas mis experiencias.
RENACIMIENTO
Era octubre,
y yo me concentraba
en el minúsculo universo de un
jersey,
eludiendo la penumbra que creamos
entre el lenguaje y nuestras
manos.
Lo perdido se subrayaba en mi
memoria
con esa libertad casi insultante
de quien estrena alas
(resulta inevitable despertar lo
extraordinario
sin que un temblor me rompa)
Siempre quise hacer posible el
aire
pactando entre delirios y
temores,
sepultando la mística belleza
que vive en aceptar
lo que se desvanece.
Era octubre
cuando de mí nacieron otras
que no tenían orgasmos
silenciosos,
otras alborotadas
que ensalzaban el regreso de la
luz,
sin servidumbres.
Entonces, comprendí.
DUELO
Un apagón de luz
con su estirpe
de soles,
la sal desnuda.
El miedo arranca
las escamas
de los peces
mientras te busco
en la desembocadura del frío
para velar
tu máscara de helechos.
(Poema inédito que no forma parte de ninguna obra)
PLEGARIA
Dormirme lenta,
mecida por el agua
de un sueño posible,
una barca,
el canto de unos grillos.
Dormirme lenta,
sin mencionar el frío
como un mantra
capaz de desvelar
la incertidumbre.
Dormirme lenta
en un atardecer
que se desploma
sobre un árbol desnudo.
El miedo lejos,
como un silbido de nostalgia.
(Inédito. No forma parte de ninguna obra)
No conocía a Cristina. Gracias por presentármela.
ResponderEliminarMuy buena entrevista.Las vivencias que se comparten y a veces nos unen en las palabras. Bellos poemas, que sigas estrenando alas y vuelos.
ResponderEliminar