Marcia Batista Ramos |
La ciudad
Donde los padres y abuelos viven en casas de barrio
Maestros y taxistas (trabajan)
Mientras los demás (curiosean)
La ciudad es un espacio profano
Tiene un centro antiguo
Donde las chicas (ahora) muertas
Caminaron como hienas en la jaula (sonriendo)
La ciudad es un espacio sagrado
Tiene iglesias y catedrales
Ángeles en las plazas
Y niños (muertos)
Que ya no regresan
La ciudad es un espacio de inmolación
Los automóviles
Los camiones
Las motocicletas
Los ladrones
Y las drogas
La ciudad es un espacio contradictorio
Bocinas y sirenas
Silencio aturdido
Selva con lobos
Heredad de sacrificios
Intentos de adivinar la noche
Insectos venenosos
Bonitos edificios
Flores heridas
Montañas de anhelo.
La ciudad es un campo de batalla.
Sobreviviente
Todos murieron
antes que yo naciera:
La abuela Antonieta
La abuelita Negrita
El abuelo Cesáreo
La abuela Leontina
El abuelo Ignacio
…
Las tías
Los primos
…
Hoy estoy viva
¡Llena de muertos!
Esquina
Un millón de transeúntes al día
Para cada uno (una locura)
Por cada locura (una angustia)
Un millón de olores
Por cada olor (un miedo)
Un millón de sonidos
En su único poste (silencio)
Un millón de dolores
Procesiones humanas
(Sin nombre)
(Sin sexo).
Los
poemas de Alejandra
-En
memoria de Alejandra Pizarnik-
El tiempo se acumuló desde la infancia triste hasta lo que
quedaba de los días.
Los miles de
pedacitos que poblaban sus días y noches,
tenían nombre y
apellido,
se llamaban tristeza y miedo.
Pudo verlos frente a frente en la habitación cuando estaba
sola.
Escurrieron del techo por las paredes
y fueron todos hacia ella como hormigas disciplinadas.
(Hasta fue
enternecedor su paso lento).
Cuando le alcanzaban, hacían temblar su pequeño cuerpo,
erizaba su pelo
corto y abría más sus ojos alucinados.
Entonces ella buscaba la forma de escapar…
Y medio paralizada,
sintiendo que ya no podía más;
y consciente de que
el dolor consumía lo que le restaba de cordura: ella escribía un poema.
Tal vez, para salvarse.
Reminiscencias
No comas frutas verdes, te va a doler la barriga.
No pruebes frutos que no conoces, pueden ser venenosos…
Colosales locuacidades.
Repiqueteante austeridad.
Profunda y sistemática incomodidad, poblando los días grises
de la niña y de las futuras generaciones.
Por los siglos de los siglos…
Poema
para las mujeres de Ciudad Juárez
La ciudad es una jungla llena de bestias
Que te buscan
Para comerte en pedazos
Tu olor es joven
Los atrae
Tu cuerpo es pequeño
Eres presa fácil
Que cae
Hasta el cielo
Llegará el eco de las oraciones
El aliento de las protestas
Las palabras en llamas
Los poemas que no te salvaron
Me esconderé detrás de alguna sombra
Masticando mis banderas
Olvidando mi nombre y mi arte
Porque no puedo llamarme poeta
Si mi verso no puede salvarte
Y la poesía y sus luchas
Son solo un emblema
Semillas sin germinar
Es cada poema
Que no logra protegerte
...
(Sueño con la noche que gotea de mi verso
Como un manto de justicia y protege tu vida)
Oración en medio de la guerra
Señor, en estos años de guerra he guardado sonrisas,
para usarlas en los días de fiesta.
Fiestas sencillas:
comer a la mesa con mis hermanos;
saludar a mis vecinos;
sentarme en el parque a leer un libro en la calma de la
tarde
y sonreír al niño que pasa ...
Señor, en estos años de guerra todo ha cambiado.
Las canciones piadosas fueron silenciadas.
Los hermanos se convirtieron en mártires,
que ya no comerán en la mesa del domingo.
Ya no me abrazarán, ya no volverán a sonreír
Y no cantaran las canciones de nuestro tiempo.
Señor, en estos años de guerra,
Los vecinos apoyaron las paredes del edificio
Con sus manos, sus hombros, sus pies, su espalda ...
Señor, los vecinos, se quedaron a vivir bajo los escombros.
Llegó la pala y se llevó a los vecinos.
Los bombardeos pulverizaron el parque
y el niño que pasaba…
Señor, en estos años de guerra he guardado sonrisas,
para usarlas en los días de fiesta.
Te pido perdón Señor, porque ahora,
Usaré mis sonrisas para iluminar
el cadáver de cada enemigo.
Biografía
Márcia Batista Ramos, brasileña. Licenciada en Filosofía-UFSM. Gestora
cultural, escritora, poeta y crítica literaria. Editora en Conexión Norte Sur Magazzín,
España; columnista en Inmediaciones, Bolivia, periodismo binacional Exilio y Consultario,
México, COINCIDIR, Chile, revista Madeinleon Magazine, España, El Mono
Gramático, Uruguay y revista Barbante, Brasil. Publicó diversos libros y antologías,
asimismo, figura en varias antologías con ensayo, poesía y cuento. Es colaboradora
ocasional en revistas internacionales en más de treinta países. Editor adjunto de la
Edición Internacional de Literatura China de Hubei. Embajador de la revista
NAMASTE, India.