martes, 26 de diciembre de 2023

Sonia Mele: Cuando escribo me sumerjo en una dimensión distinta

 

Sonia Mele Puerto


Recibimos en el blog a la escritora Sonia Mele Puerto, afincada en Valencia, gran lectora y que escribe desde muy niña, aunque solo hace unos años se ha decidido a escribir para diversas publicaciones y medios literarios.

Preguntamos a Sonia por sus primeras lecturas, por todo aquello que ella cree que nutre el campo de la palabra escrita y cómo ha sido su proceso de lectora a escritora.

ENTRE LIBROS, FOLIOS Y ESCENARIOS

Voy a ser muy poco original, pero estoy convencida de que es la vía más común en que se forja una futura escritora. Cuando era pequeña leía todo lo que caía en mis manos, aunque no lo entendiera, desde Heidi hasta la biografía de Leonado da Vinci, pasando por las entradas de la enciclopedia, o las revistas que había en casa de una vecina que, ante mi entusiasmo, acabó por regalármelas cuando ya las había leído. Recuerdo, incluso, que algún libro, que había empezado a ojear, aparecía en la balda más alta porque no era adecuado para mí.

Cuando tenía unos 10 años inauguraron la biblioteca del pueblo y me maravilló. Se me abrió un mundo de posibilidades, entre las que estaba elegir lo que quería leer. Devoré la saga de «Los cinco» de Enid Blyton, algunos libros de «Puck» de Lisbeth Werner, todo lo que tenían de Agatha Christie y después lo que tenían de Stephen King.

Desde pequeña se han formado ficciones en mi cabeza. ¡Que no cunda el pánico!, sabía que las estaba generando yo y que no eran reales, pero me acompañaban. No sé dejar la mente en blanco, carezco de dicha habilidad, pero en vez de pensar en cosas de la vida cotidiana, me inventaba mis propias aventuras.

La escritura llegó después, sobre los once o doce años. Escribir me ayudaba a ordenar mis ideas, a comprender mi entorno y mis circunstancias, a soñar otras vidas… Pero lo hacía para mí misma y así ha sido hasta hace unos años.

Con 14 años llegó a mi vida el teatro. La verdad es que no recuerdo qué me hizo apuntarme a esta actividad porque he sido siempre muy tímida pero, desde luego, no me arrepiento de la decisión que tomó aquella adolescente y que me hizo experimentar las historias desde otra perspectiva, viviéndolas desde dentro, aportando parte de mí a los personajes, metiéndome en la piel de personas diametralmente opuestas a mí, otras más afines, enriqueciendo mi rango lector…

En 2016 me atreví a presentar un microrrelato a un concurso y, aunque ni siquiera fue seleccionado, seguí enviando escritos míos a concursos, hasta que a partir de 2018 empecé a ganar algunos premios, como el Concurs de narrativa breu amb enfocament de gènere Isabel de Villena de Burjassot en 2018 y 2021, la Maratón de Microrrelatos de Massalfassar-Valencia Escribe en 2019, o el Premi Sambori Comarcal en 2019.

Conocí más personas aficionadas a la escritura y también gente que publicaba, encontrándome con un ambiente acogedor, respetuoso e integrador. Esto ayudó a que compartiera mis textos con menos reparo y empecé a obtener un reconocimiento inesperado que me animó a seguir escribiendo y a dejar que me leyeran.

He participado en diversas publicaciones colectivas, como «Minicuentos para minirratos», «Cada vez más iguales» de Valencia Escribe, o «101 crímenes de Valencia» de Vinatea Editorial.

Los asuntos que he tratado han ido cambiando con el tiempo como mis intereses, vivencias y lecturas. Desde hace tiempo me identifico con temas sociales, feminismo, defensa del medio ambiente, pacifismo, infancia y adolescencia… y mis protagonistas suelen ser mujeres.

Se puede decir que, excepto la poesía, he tocado todos los «palos»: microrrelatos, relatos, monólogos, composiciones teatrales y actualmente estoy inmersa en mi primera novela.

No escribo igual si se trata de microrrelatos o de textos más largos. Los primeros los escribo a partir de una idea que me surge espontáneamente o a partir de un reto como lo son los concursos de relato rápido, a los que soy aficionada. Los escribo de una vez y, a no ser que deba entregarlos de inmediato, los dejo macerar un tiempo para aportar matices o economizar palabras, quedándome solo con las que considero imprescindibles.

Si se trata de textos más largos soy escritora de mapa. Primero hago un esquema de la historia, me documento sobre lo que considero más relevante y, posteriormente, me lanzo al proceso creativo, revisando y modificando un tiempo después. No tengo una rutina establecida porque mi trabajo es a turnos y no me lo permite. Así que algunas semanas le dedico tiempo a la escritura y otras apenas toco el bolígrafo o el ordenador.

Escribir me enriquece. Pone palabras a lo que siento, a lo que me preocupa, a lo que me divierte. Cuando escribo me sumerjo en una dimensión distinta. Es otra energía, otro estado mental en el que me siento bien. Escribo de lo que sé, de lo que me salpica por cercano. En ocasiones denuncio o intento visibilizar problemas y retos que son intrínsecos a nuestra sociedad y la manera que tenemos de afrontarlos.

En muy poco tiempo saldrá mi primer proyecto en solitario: “Miradas a través del caleidoscopio”. Se trata de una selección de microrrelatos y relatos. Como colofón una obra de teatro breve. En este libro he puesto mucho trabajo e ilusión y, ahora, me acompaña la expectación por cómo va a ser recibido.

 

DESAPARECIDOS

He cumplido mi misión. Mientras mis padres dormían la siesta, me escabullí con ellos, los metí en la bañera hasta que dejaron de dar señales de vida y luego los hice desaparecer. ¡Jamás los encontrarán!

Ahora papá y mamá me harán más caso a mí, me escucharán sin hacerme esperar, mirarán mis juegos y hasta jugarán conmigo.

—¡Cariño! —dijo mamá a papá—, no sé dónde he dejado el móvil. ¿Lo has visto tú, por casualidad?

 

GUISO IRRESISTIBLE

–¡Preferiría comer ratas!

Mamá retiró el plato y se giró aguantándose las lágrimas. Afrentada, evitó mirarnos. Nosotras le observamos inmóviles por fuera y aterrorizadas por dentro.

Un día la oímos cantar mientras cocinaba. Acompañamos esa excepcionalidad con risas y danzas. Comimos en la cocina, como siempre. Él prefería comer solo frente a la tele. Mientras devorábamos los exquisitos canelones, un guiso inundaba con su aroma toda la estancia. No nos dejó probarlo.

Mamá sirvió a mi padre que, satisfecho, dijo que el conejo estaba delicioso. Al recoger la mesa, percibimos un brillo malicioso en su mirada.

 

NUNCA SE SABE EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS

–No podremos salir del castillo hasta el próximo Halloween –dijo el sombrerero.

–¿Quién ha dicho semejante locura? –preguntó Alicia.

–¡La Reina de Corazones! Suerte que no haya pedido nuestra ejecución inmediata, descabezándonos sin remedio.

Tenían que pensar un plan, y rápido. El sombrerero sugirió rendirle pleitesía a la monarca. Así se relajaría y su ejército de naipes no les vigilaría tan de cerca. Encontrarían al Conejo y buscarían el modo de acelerar el tiempo.

En eso llegó el ejército de la Reina de Picas, derribando el muro que su hermana mandó construir para preservar su particular reino.

Escaparon, mientras la media baraja resolvía sus asuntos en su singular partida.

 

PORNOMBRES

YO, con 15 años, he violado a mi… exnovia. El juez me mandó a un centro donde hago talleres de sexualidad.

TÚ me mostraste mi primer contenido porno a los 9. ¿Te acuerdas?

ELLA, asustada, no podía creer que yo no parara a pesar de sus gritos y lágrimas. Ni siquiera me enteré.

NOSOTROS nos matamos a pajas con vídeos compartidos por Instagram.

VOSOTROS lo sabéis, pero no nos ofrecéis una educación afectivo-sexual adecuada y crítica.

ELLOS se lucran generando adictos, violadores y futuros puteros, vendiendo que es sexo, que mola, cuando solo es violencia.

Todos miramos hacia otra parte.

 

BIO LITERARIA

Sonia Mele Puerto, nacida en Aarau (Suiza) en 1973, de padre italiano y madre sevillana, se ha criado en Godella, población de la provincia de Valencia.

Es psicóloga, educadora social y escritora, aunque esto último le haya costado mucho reconocérselo a sí misma.

Escribe, sobre todo, microrrelatos y relatos, pero también monólogos y textos teatrales. Actualmente está inmersa en la que será su primera novela.

Ha ganado varios premios literarios de narrativa breve y participado en varias antologías colectivas de relatos y microrrelatos, como “Minicuentos para minirratos”, “Cada vez más Iguales” de Valencia Escribe y “101 crímenes de Valencia” de Vinatea Editorial.

Su primer trabajo en solitario, “Miradas a través del caleidoscopio” está a punto de ver la luz. Es una selección de microrrelatos, relatos y una obra de teatro breve.