martes, 4 de enero de 2022

Eliana Soza: 'Escribir me salva de la realidad'


Eliana Soza (Potosí-Bolivia, 1979)

 Recibimos en el blog a la autora boliviana, Eliana Soza, escritora de cuento y amante de la microficción, campo en el que ha publicado en diversos colectivos y antologías. En este blog, punto de encuentro de escritoras de diferentes nacionalidades, traspasamos fronteras para encontrarnos en ese espacio común que une a las contadoras de historias. Es desde ese lugar universal, el de la pasión por las letras, que la autora nos hace partícipes de su recorrido:

1.       ¿Cómo fueron tus inicios en las letras, qué lecturas te influyeron y a qué edad comenzaste a adentrarte en la literatura?

Si me preguntaran sobre mi mueble favorito en una casa diría un estante de libros, por muchas razones que me definen actualmente, pero también por la forma en la que me acerqué a la literatura.

Pero vayamos al principio, nací en la villa que está más cerca del cielo: Potosí, al sur de Bolivia. Pasé mi infancia y algo de mi juventud en esta misteriosa ciudad colonial, llena de leyendas e historias míticas. A pesar de esto, en casa no teníamos un estante de libros, algunos merodeaban por ahí porque los habían pedido en el colegio, aunque no llegaban a ser parte de la casa.

Todo cambia cuando me voy a Sucre para estudiar Comunicación Social. Allí conozco a Lidia Valverde, una docente de Lenguaje y Literatura que, con su pasión por las letras, me abre las puertas hacia el mundo de las palabras. Gracias a ella tengo mi primer encuentro con un cuento de Julio Cortázar; suficiente motivo para saber que lo que quería era contar historias como él. Es a partir de este momento que armé un pequeño estante en mi cuarto alquilado de estudiante, que fui llenando con mis libros favoritos.

Después de recorrer un largo camino de lecturas de maravillosos autores latinoamericanos, me animo a escribir, pero no siento que ese trabajo valga la pena, por lo que lo dejo olvidado. La vida transcurre, formo una familia, dos estantes se unen y una biblioteca aparece.

Cuando nace mi segundo hijo, el deseo de escribir revive. Escribo cuentos cortos que voy reuniendo durante un año, incluyo algunos de la primera etapa. Los miedos y las inseguridades seguían acosándome. Recurro a un maestro, gran escritor boliviano, Homero Carvalho Oliva, quien me invita a incluir tres de mis relatos en la Antología Iberoamericana de Microcuento.

Sus palabras y su guía me animan a continuar escribiendo a partir de sueños, noticias o simplemente una palabra clave como sonrisa, así armo mi primer libro Seres sin Sombra que ya tiene dos ediciones, una cartonera y desde entonces no paro porque me doy cuenta que es mi sueño y que me hace feliz. El siguiente año junto a mi amigo poeta Ramiro Jordán publicamos Encuentros /Desencuentros un experiemento literario que mezcla poesía y microficción, luego vendrán mis libros digitales, el primero de microficción Monstruos del Abismo y de cuentos Pérdidas.

Las primeras lecturas que me marcaron fueron algunos de los representantes del Boom Latinoamericano, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez y Juan Rulfo. Otros fuera de esa etiqueta como Horacio Quiroga, Jorge Luis Borges, Edgar Alan Poe y de pronto me di cuenta que no había leído a escritoras por lo que el 2021 solo las leí a ellas. Empecé por casa, Giovanna River, Liliana Colanzi, Magela Boudoni, luego con las vecinas: Mariana Enriquez, Mónica Ojeda, María Fernanda Ampuero, Cecilia Eudave y demás.

 

2.      ¿Cómo es tu proceso creativo? ¿de donde surge tu inspiración,  sigues algún ritual o disciplina?

 Como muchas escritoras he usado mis experiencias para escribir historias de terror. Por ejemplo mi cuento La voz de Roberto nació a partir de mis miedos y el estrés postparto. Cuenta la experiencia de una madre que cada noche tiembla al contemplar a su bebé de seis meses sentarse y hablar con una voz gutural pidiéndole que haga cosas.

Cuando vivía en un departamento que tenía un hermoso ventanal que daba a un descampado, escribí otro cuento de una embarazada que cree ver en un cuartucho de ese lugar sombrío una bestia, la soledad de la pandemia, el abandono de su marido y los malestares del embarazo la orillan a crear fantasías escalofriantes.

Así lo que vivo, escucho y veo son la inspiración para cualquier tipo de texto. Igual mi experiencia como esposa me ha servido, después de esas peleas terribles he asesinado a mi pareja de formas diferentes en mis escritos, pero luego de la reconciliación todo pasa, aunque ya gané un buen texto.

 

3.      ¿Qué dirías que te aporta escribir?

 Definitivamente felicidad, de esa que no sentí antes, diferente a la que experimentas a través del amor. Una cálida y dulce alegría, que puede cambiar mi día y que transformó mi vida y la forma de ver el mundo a mi alrededor. Me aporta también locura y cordura, al mismo tiempo, que me salva de la realidad.

 

4.      Microficciones

 

CAMBIO DE VOCACIÓN

Pertenece usted a esa taciturna porción de seres humanos que

encuentran en la conmiseración ajena un lenitivo a su dolor

Agusto Monterroso

 

Después de leer aquella extensa carta, con una propuesta por demás interesante, pero que de alguna forma me avergonzaba, al mirar mis zapatos llenos de polvo, las rodilleras en mis pantalones y la barba crecida; debía admitir que el remitente tenía razón, me estaba convirtiendo o tal vez fui desde siempre un ser que, sin palabras, exigía conmiseración de los otros. También era real que las horas del día no alcanzaban para llegar a mis amistades e incluso conocidos y contarles los avances de mis pesares.

Por todo esto y la curiosidad que siempre movió mis acciones me puse a escuchar en los 1373 kilociclos, en la banda de 720 metros de mi aparato de radio. No era mentira que a todas horas, personas que no se presentaban, contaban largas historias, con tan solo un resumen del día anterior. Tuve la suerte de entender unas cuantas, también se debía a la habilidad de algunos hombres y mujeres para detallar los conflictos y darle personalidad clara a los personajes.

Entonces sucedió, sin ser consciente desde el principio, por oír los problemas de estos contemporáneos, me había olvidado de los míos. Así, de la necesidad imperante de ser escuchado pasé a ser un oidor nato y encontré mi verdadera vocación.

 

OBSEQUIO

 

Al apagar la luz de su lámpara, vio chispear las pupilas de su gato negro. Pensó que era normal, había escuchado misteriosas historias sobre los ojos felinos. Cada noche contemplaba hipnotizado esas luces rojas, que parecían más intensas a medida que pasaban los días, hasta que el escarlata era todo lo que podía percibir a su alrededor. El micifuz le estaba entregando el regalo de la clarividencia. En el siguiente ocaso, las pupilas del hombre brillaban incandescentes.

 

 

VENTAJAS DE IR A LAS FERIAS

 

Me deshice del nudo, aunque eso significara arrancarme el dedo meñique. No iba a quedar amarrada, con el hilo rojo del amor, a un hombre que engañará y desarrolla instintos asesinos. Por suerte, la clarividente me lo advirtió.

 

 

MIS FLORES Y YO

Para Violeta Parra

Cuando empecé a cultivar la tierra en pequeñas macetas, a la luz del sol de la terraza de mi edificio, supe que tomé la mejor decisión. Las flores me llamaron primero. Los pétalos de los pensamientos con sus caras sonrientes en amarillo y púrpura me contagiaron su alegría en los días más grises.

También planté un rosal con espinas gruesas que me enseñaron a defenderme con uñas y dientes de quien quisiera dañarme. El manzanillón me sirvió para calmar el estómago y los miedos que lo devoraban por las noches, combinándolo con la flor de amapola descansaba como un lirón.

Tras unos meses mi jardín creció y las flores se apoderaron de mi vida y del departamento. Ya no sufro por nadie. Ahora soy como ellas, orgullosa de mi belleza, y espero ansiosa cada amanecer.

 

                                                    Libro 'Pérdidas' (Pinchar aquí)


ELIANA SOZA MARTÍNEZ (Potosí – Bolivia) Comunicadora, escritora, madre y gestora cultural.

Seres sin Sombra (2018). 2da. Edición (2020) Ed. Electrodependiente, Bolivia. Encuentros/Desencuentros Bolivia (2019).  Monstruos del Abismo (Microficción) (2020). Editorial Velatacú, Bolivia. Pérdidas (Cuentos) (2021) Editorial BGR, España.

Escritoras bolivianas contemporáneas (2019), Ed. Kipus. Bestiarios (2019), Editorial Sherezade, Chile. El día que regresamos: (2020), Editorial Pandemonium, Perú.  Pequeficciones (2020) Parafernalia, Nicaragua. Historias Mínimas (2020), Dendro Editorial, Perú. Microbios, antología de los Minificcionistas Pandémicos (2020), Dendro Editorial, Perú. Caspa de Ángel, Carvalho y Batista. Umbrales, Antología de ciencia ficción Latinoamericana (2020), Ediciones FUNDAJAU, Venezuela. Error 404: Vinculo no encontrado. (2021). Editorial Libre e Independiente, Perú. La minificción en la voz de sus autoras y autores I (2021), Nasello y Dagatti, Tusca editoras, Argentina.


Blog de la autora (pinchar aquí)

 

 

2 comentarios:

  1. Sencillo y atrayente testimonio de vida con la frescura de las rosas que ha cultivado para convertirse en ellas con las mismas ansias de continuar.Felicitaciones

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  2. Gracias a que escribo , me entiendo
    Bello lo tuyo
    abrazo

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