María Antonieta Barrientos |
Recibimos en el blog a una excelente y por entrañable escritora, María Antonieta Barrientos, una autora ciega, que percibe el mundo con los ojos del alma, con una dimensión poética excepcional por su belleza lírica y hondura.
Damos la palabra a María Antonia para que sea ella misma la que nos cuente como vive su experiencia creativa:
Biografía. María Antonieta Barrientos, Chile, 1966. Escritora ciega de la Patagonia. Ha publicado el libro infantil “Luciana, la ovejita magallánica” y el poemario “Todas las nieves, todos los vientos: Mi legítimo imperio”. Galardonada en numerosos concursos literarios. Publicada en antologías nacionales e internacionales de cuento, poesía y minificción, y en revistas literarias, formatos papel y digital. Reconocida como Mujer Destacada por la Municipalidad de Punta Arenas, los años 2013 y 2018, por su aporte en la historia y desarrollo de la ciudad. Miembro de la sociedad de escritores de Chile.
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MUSEO DE SOMBRAS El museo de los sueños truncos no era el de los más visitados. Por eso, cuando quiso entrar, no había fila en la puerta, ticket que pagar ni guía que explicara cuál era la colección más ignorada.
Publicado en revista Contexturas.org, museos en breve. Taller online UCAB (Univ. Central Andrés Bello, Venezuela), mayo de 2024.
PRÉDICA DEL OLVIDO Los hijos del sol, de la tierra, del viento, del agua, de las altas cumbres, de las grandes planicies, de las ardientes selvas, de los enmarañados canales australes, con sus ceremonias de exaltación de la vida, su ternura con la Pachamama, sus danzas y gozos que honraban la memoria cósmica, salvaguardaban la Verdad de la tierra y de los cielos. Vinieron los hijos de otras tierras y de otras aguas, y las juzgaron tradiciones paganas, cultos idólatras de nativos desnudos. Imposible contar el número de fiestas mágicas borradas con sangre y lágrimas, cercenadas por el despiadado filo de las festividades ajenas. Había llegado el cristianismo a poner la venda, con su manto de tinieblas y su cruz de olvidos.
Publicado en ANTOLOGÍA MUTACIONES, Editorial Eos Villa , Argentina (2024), Colección Literatura de las Américas.
ETERNIDAD Hace veinte años y siete segundos que no te beso, siete segundos eternos.
AMBIENTALISTA “Voy a devolver al río de la vida todos los versos”, se dijo en ese instante de conexión plena con La Madre.
MACERACIÓN Dejó remojando las palabras duras varios días hasta que fueran apetitosas, digeribles.
INMENSIDAD La hoja en blanco le exigía toda su sangre, y más.
SIN CONEXIÓN Una sonrisa metálica me saluda desde la niebla de la pantalla en blanco. Le respondo con mis labios de sangre, viento y miel, pero no entiende mi declaración de amor.
PRIMAVERA Se vistió únicamente con la más hermosa canción que pudo recordar, y salió a la calle entonando flores risueñas y pajarillos de vivos colores.
A NADIE LE FALTA DIOS
Un bullicioso tropel de mariposas, recién paridas sus alas nuevas, se acercan a mirar extasiadas, su reflejo nuevo en el espejo del agua. El agua piensa que debió morir, en algún momento en donde nadie le anunció nada, no sabe, no se acuerda. Lo que se le viene encima, aquel cielo ondulante y policromo, debe ser el paraíso del que tanto ha oído hablar. Minificciones publicadas en la Fanpage: ///
REAPRENDER LA VIDA (¿O conquistar la vida?) Cuando la noche comenzó a hospedarse en mis ojos. Cuando la oscuridad habitó mis horas y mis días. Cuando los rostros amados, sus gestos, sus sonrisas y sus guiños emprendieron el camino del ocaso. Cuando lo único que se instalaba frente a mí, era una silueta grisácea, un fantasma de la sombra que había sido un entrañable palpitar. Cuando el océano, los montes, los parques y todas las acuarelas del horizonte perdieron su abanico de acentos luminosos, y daba igual el amarillo canario o el blanco leche, el rojo encendido del pecho de la loica o el ceniciento de un día encerrado en su cárcel de cristal, las naranjas, los calafates o las rosas. ¿Y las rosas qué? Cuando una voz debía transmitirme más que una mirada, cuando un abrazo o un saludo con la mano, pasaron a ser tan importantes como el nombre, la edad, la manera de mirar o de estar en el mundo. Cuando una nube informe en el suelo, podía ser un brujo dormido, una piedra en el camino o mi propio pie. Cuando los muros, los muebles y las puertas, parecieron estar a la misma distancia de mi nariz y de toda mi humanidad. Cuando la noche, y la mañana de la noche, quisieron confundirse en un mismo lienzo, una misma y confusa niebla atemporal. Cuando las sombras seguían cayendo sobre las personas, las paredes y las manos. Y las rosas, la nieve, los flamencos, la magia de los libros, las golondrinas, los caballos, la primavera y todos los mundos del cielo y de la tierra casi pierden la vida en mi vida. Entonces, fue preciso aprender a vivir de nuevo, y a estar de otra manera en mis propios zapatos.
Publicado por Editora Laya (Argentina) en antología “Mujeres que dicen, 8M 2024”. |