miércoles, 29 de marzo de 2023

Laura Giordani: Escribir se ha convertido en una vivencia orgánica

 

Laura Giordani
Nos acompaña esta semana en el blog, en la sección de autora invitada, la escritora argentina Laura Giordani que nos habla de sus inicios en la escritura y comparte para este espacio varios de sus poemas. 

1-      Hola, Laura, muchas gracias por aceptar nuestra invitación. Cuéntanos sobre tus lecturas y la edad en la que comenzaste a escribir.

Comencé a escribir en la adolescencia: anotaciones caóticas en forma de diario. Aquellas trazas de dudosa calidad literaria tuvieron un gran valor como catarsis y ayuda para sobrellevar el desarraigo del exilio familiar y los cambios de la pubertad. Más adelante, y alentada por la lectura de autores como Baudelaire, Rimbaud, Hesse, comencé a ensayar con poesía. Nada programático o deliberado: mi escritura iba adoptando la forma que demandaba mi necesidad expresiva. Fundamentalmente, mis lecturas procedían de la biblioteca de mis padres: estanterías que fueron multiplicándose de acuerdo con sus intereses respectivos. Mi madre, profesora de literatura y buena lectora, aportaba libros de Borges, Sábato, Onetti, Neruda, Goytisolo, entre otros, y mi padre, títulos de historia y ensayo. Así, leí a Nietzsche. Freud, Maeterlinck.  Creo que jamás terminaré de agradecerles el inmenso regalo de aquella mesa tendida de forma permanente. Recuerdo esas lecturas tempranas con cierta ternura, pues me permitieron experimentar una soledad desconocida hasta entonces. 

2-      Cómo surge tu proceso creativo, cuéntanos qué elementos, circunstancias o emociones te inspiran y si sigues algún método o ritual a la hora de escribir.

Mi proceso creativo continúa siendo un misterio para mí misma. Por supuesto, he procurado y procuro establecer rutinas escriturales; pero en lo que se refiere a poesía, cada intento de hacer maderable el bosque ha naufragado. La escritura poética surge de un exceso, como el ámbar que brota del tronco de algunos árboles y cuya aparición es imposible predecir, y mucho menos, controlar. Un desborde que ha debido resquebrajarnos previamente para poder asomar. Hay gestos cotidianos que pueden ayudar a sintonizar esa música que fermenta en el interior, pero, al menos en mi experiencia, mi disciplina se asemeja a una especie de ofrecimiento, de dejarse decir por otra voz inaudible la mayor parte del tiempo. Como el viento o los secreteos de las raíces bajo tierra.

 

3-      Si tuvieses que resumirnos en pocas líneas tu vocación literaria, qué nos dirías que aporta la escritura en tu vida y, en última instancia, qué es lo que te lleva a escribir.

Me resulta casi imposible escindir la escritura de mi propia vida: se ha convertido en una vivencia orgánica que va configurando mi manera de estar en el mundo, de respirar. En mi caso, creo que lo que me lleva a escribir es la necesidad de poner palabras a la experiencia, brutal y hermosa, de estar viva. Abrir los párpados un poco más sin deslumbrarse. En palabras de Gamoneda, un modo de intensificar la conciencia y compartir ese fulgor con otros.

 

 El rastro de los caracoles

subiendo por los pies

después de la lluvia

 

no pueden apagar

 

la cruz del sur

yerra celeste quemando

aún la frente 

el paso austral

de la noche

el clamor de las chicharras

reverberando en el cráneo

como voces de niños

en una ciudad

abandonada

 

aunque los caracoles

hoy avancen sobre cristales rotos

 

no pueden

apagarlo.

 

 

 

La savia del poema

circula

por nervaduras invisibles:

en lo sumergido,

su fuerza.

 

Enterrar palabras,

sepultura sin tregua

para decir lo que nunca

puede decirse del todo.

 

Luego

desenterrarlas,

profanar esas tumbas,

 

ver qué hizo el barro

con ellas.

 

 

 [Chicharras]

Envoltura de chicharra en el tronco después de la muda: urna abandonada, caja de resonancias rota en la que ahora sólo canta el viento.

 

Tumba abierta, rotura por la que partir al cielo de verano.

 

Apretar el pellejo reseco hasta reducirlo a polvo, reconstruir como una ciega a través del tacto su canto desahuciado: aquel momento de alumbramiento y fuga.

 


 

Guárdalo en la vigilia de tu pecho igual que a un centinela.

(Olga Orozco) 

[Talismán]

 Un diente de leche de cada hijo

dos plumas de gorrión

resucitado

después de la helada

tres mudas de chicharra

el delantal a cuadros de la abuela

la palabra inocente de Alejandra

 

la cruz del sur

 

pero sobre todo

aquel corazón primero

potrillo desollado

trotando sobre cenizas

todavía tibias

todavía crédulo

de llanuras intactas

 

para ser invencible.

(Del libro Antes de desaparecer)




 

 BIOGRAFÍA

Laura Giordani (1964, Córdoba, Argentina). Escritora, poeta y profesora de lengua inglesa. Desarrolla actividades docentes e imparte talleres y seminarios en torno a la escritura poética y los procesos de creación artística. Ha participado en lecturas, conferencias y seminarios en España y Argentina. Actualmente reside en España.  

 Ha publicado “Materia Oscura” (2010, Baile del Sol), “Noche sin Clausura” (2012, Ediciones Amargord), “Antes de desaparecer” (2014, Ediciones Tigres de papel), “Una lengua impropia” (2014, Ediciones del 4 de Agosto, Planeta Clandestino) “La infancia que nos aguarda” (2016, Ejemplar Único, Colección Poética y Peatonal), "Manca terra" (2020, La Garúa Ediciones) y las plaquettes “Celebración del brote” (2009, Zahorí-Poesía en minúsculas), “Las varas del zahorí: poemas de la sed” (2013, Fundación Inquietudes) y "Monte adentro [imantaciones]"(2018, Las hojas del baobab).

 Sus textos han sido incluidos en diversas antologías “Los centros de la calle” (2008, Editorial Germanías,), “Por donde pasa la poesía” (2011, Baile del Sol), “Voces del Extremo: poesía y resistencia” (2013, Amargord Ediciones), “En legítima defensa. Poetas en tiempos de crisis” (Bartleby Editores, 2014), “28.28 La Europa de las escritoras” (Gobierno de Cantabria, 2015), “Disidentes: Antología de poetas críticos españoles” (La Oveja Roja, 2015), “Exploradoras” (Libros de la herida, 2015), “Naciendo en otra especie” Antología de Poesía de Capital Animal (2016, Plaza&Valdés), “Árbol de Alejandra(Karima Editora, 2019).

 Asimismo, ha colaborado en distintas publicaciones nacionales e internacionales como La hamaca de Lona, Youkali, Viento Sur, Ginebra Magnolia (Perú-España), Eclipse, Nayagua, The children’s book of american bird, Shangrila Textos Aparte, Confines (Argentina), Galerna (USA,) Quimera, Isla Negra (Italia), La Salamandra Ebria, Al-Nasher Al-Usboei (Arabia Saudita) y Alameda 39.

 

Página personal: 

https://www.lauragiordani.org/

 

Blog autora:

http://lauragiordani.blogspot.com/


Otros libros de la autora:

 Manca Terra


 

 

 

2 comentarios:

  1. Muy buena poesía.Gracias.Bella manera de estar en el mundo.

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  2. la cruz del sur, las chicharras, el ámbar en el bosque, los dientes de leche. <3

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