jueves, 16 de noviembre de 2017

Entrevista a Noemí Hernández Muñoz




Hoy es noticia en nuestro blog una de nuestras escritoras más jóvenes: Noemí Hernández Muñoz, que acaba de publicar su novela de fantasía El Poder del Medallón

Nacida en Almería y licenciada en Filología Hispánica, su pasión es la literatura del género fantástico y de terror. También ha publicado obras encuadradas en el género juvenil como su primera novela (que escribió con tan solo  doce años y reescribiría más tarde) Las Aventuras de Nuri, Noe y Sora: Mundos Mágicos 1



Hablamos con Noemí, que nos cuenta, detalladamente, su experiencia como autora de género fantástico a través de la autopublicación.

1.¿Noemí, en qué momento decidiste que tu primera novela ya estaba lista y había llegado la hora de publicar?

-Fue casi de casualidad: un día, buscando algo en uno de los cajones de mi escritorio, encontré una novela que había escrito hacía unos pocos años. Por curiosidad, la leí y, para mi sorpresa, me seguía pareciendo interesante, a pesar de que, generalmente, con el paso del tiempo, mis escritos dejan de gustarme porque mi madurez en la escritura va aumentando. Entonces, pensé que con unas pocas mejoras sería publicable y me puse a ello.

2.¿Antes de decidirte por la autopublicación enviaste tu manuscrito a algunas editoriales clásicas? ¿Hablaste con otros escritores noveles que te animaron a autopublicar o lo decidiste como primera opción? 
-Nunca he enviado nada a una editorial, pero debo reconocer que esta primera novela sí la envié a una agencia literaria nada más tenerla terminada. Nunca me contestaron y lo cierto es que no me extraña, ya que la envié sin haberla corregido, de forma irreflexiva por lo jovencita que era entonces.
Para cuando la saqué del cajón y la corregí, mi perspectiva había cambiado: tenía un blog y empezaba a moverme por grupos literarios. Ni siquiera se me pasó por la cabeza publicar con editorial. Leí que en Amazon se podía publicar gratis y me lancé a la piscina tras evaluar las posibiblidades que tenía y descubrir mediante búsquedas en internet cómo era el proceso.

3.¿Te fue difícil ocuparte de las tareas propias de la autoedición o confiaste en alguien que te ayudase a maquetar, decidir el formato, letra, y corrección de lo que tenías escrito? 
-Supongo que es como todo en la vida: al principio, cuando desconoces cómo funciona una cosa vas con un poco de miedo a meter la pata, pero desde el principio sabía que tenía que arreglármelas sola para publicar porque, al ser estudiante, carezco de recursos económicos.
De este modo, aprendí muchísimo. Youtube y algún que otro blog fueron mis maestros y, aunque el proceso fue laborioso y lento (tardé un par de semanas en maquetar el interior y un mes en diseñar la portada), también fue satisfactorio. Con la corrección, en cambio, no tenía tanto miedo porque, al ser filóloga, sé más o menos cuándo sacar el boli rojo para tachar y me tomé un período de seis meses pulirlo todo bien, ja, ja, ja.
Con mi segunda novela fue más fácil, ya que la portada (que es lo que más me cuesta) me la diseñó Vero Monroy, una gran amiga, y para la maquetación descubrí un tutorial especialmente útil y sencillo cuyo enlace tengo bien guardadito para no perderlo nunca.

4.¿Para promocionarte recurriste a las redes sociales? ¿Elaboraste un booktrailler? ¿Qué resultados obtuviste? 
-Bueno, en la parte de la promoción tengo un gran defecto: que no soy constante. Lo mismo estoy una semana dedicándome a promocionar a través de redes sociales, que luego me paso un mes sin decir ni pío sobre ninguno de mis libros.
Pero he notado que cuando promociono (fundamentalmente a través de grupos de facebook) obtengo alguna venta que otra, siempre y cuando lo haga en un período más o menos continuado.
También elaboré un booktrailer. He colgado un par de veces el enlace por facebook, pero, en realidad, lo creé para exponerlo en un par de presentaciones que hice. En las ellas es donde más se consigue visibilidad y ventas, al menos, en mi experiencia.

5.¿Cómo resultó todo el proceso? ¿Quedaste satisfecha? 
-En general, sí. Apenas vendo cinco o seis ejemplares al mes, pero cada vez que me dejan una reseña en Amazon, me lleno de entusiasmo e ilusión.
Y lo de las ventas siempre se puede mejorar con la promoción y con escribir más libros, ya que si un libro tuyo gusta, es posible que los lectores vuelvan a buscar otro.
En mi caso, como se trata de un libro juvenil y otro infantil es un poco más difícil porque, normalmente, los jóvenes y los niños no van a ponerse a comprar libros en Amazon e incluso Facebook es una red social obsoleta para ellos, que se manejan más en twitter o Instagram.

6.A la hora de hablar de puestos y ventas, si tienes que ocuparte tú de la presentación y promoción del libro ¿Cuáles son los resultados? ¿Qué acogida obtuviste del público? 
-Te cuento: en librerías no he distribuido todavía porque debes ir de una en una preguntando si aceptan o no libros autopublicados. Algunas te dicen que no y otras que sí y puedes dejarles ejemplares en depósito. Pero eso me parece un camino demasiado largo y siento como si perdiera tiempo con eso de ir a cada una de ellas sólo para dejar 5 ó 6 ejemplares que quizá ni se vendan por la cantidad de libros que hay.
Con respecto a las presentaciones, es fácil organizarlas, al menos en sitios pequeños. Yo sólo tuve que ir al ayuntamiento de mi pueblo a solicitar ayuda para organizar una en la biblioteca municipal y no me pusieron ninguna pega. Sólo tuve que pedir unos 20 ejemplares a la plataforma para llevarlos a la presentación y poder venderlos allí.
El público que vino fue muy escaso, pero también es cierto que soy algo bastante parecido a una monja de clausura, ja, ja, ja. No suelo salir de casa y casi nadie en mi pueblo me conoce, así que fue poquita gente (unas 7-9 personas, aparte de mi familia), pero tuve muy buena acogida. No sé cómo, pero vendí la moto, como se suele decir, y hubo personas que me compraron hasta dos ejemplares por cabeza. Luego, se corrió la voz y los ejemplares que me sobraron me los fueron comprando e, incluso, tuve que pedir unos cuantos más.

7.Crees que la venta directa beneficia por igual al lector y al escritor? ¿Qué ventajas o/y inconvenientes le ves? 
-Desde luego, puede ser beneficiosa en tanto que puedes ponerle a tu libro el precio que quieras. Si quieres ganarte sólo un  par de euros por ejemplar lo puedes tener muy barato, lo que también beneficia al lector. Mis libros están a un precio inferior a los 10 euros porque, además de que rondan las doscientas páginas, siempre he pensado que la cultura debe ser todo lo asequible posible.
Y cuando pido ejemplares para venderlos en mano o por correo postal, los suelo dejar al mismo precio, aunque tenga que cobrarles el precio del sobre y el gasto de envío para no acabar perdiendo dinero.
El inconveniente es que no puedes pedir muchos porque no sabes si te los comprarán o no. Lo que hago normalmente es pedirlos de uno en uno a Amazon cuando alguien me dice que quiere un ejemplar firmado. Aunque siempre es un placer saber que alguien quiere leer tu novela, resulta fastidioso cuando un día te lo pide una persona, al día siguiente otra, al siguiente otra... Y tienes que pedir el mismo producto varias veces en un período de tiempo muy breve para poder mandárselo y estar también pendiente de varias entregas. Aparte de eso de no poder pedir muchos ejemplares cada vez y tener que ir a la oficina de correos para los envíos, todo bien.

8.Desde tu primera novela a la segunda ¿Qué cambios evolutivos, tanto en tu proceso de escritura como a la hora de editar y publicar, reseñarías?
-Bueno, debo comenzar explicando que mi segunda novela publicada la escribí, en realidad, cuando tenía 12 años y la reescribí a los 18, más o menos, mientras que la primera novela que publiqué la escribí a los 22, así que la evolución en la escritura va al revés, ja, ja, ja.
Por supuesto, cuanto más escribo, más noto mi mejoría en la técnica y en la manera de organizarme. Antes me lanzaba sin pensar en lo que saldría y ahora reflexiono un poquito más antes de atreverme a empezar. Incluso hago alguna brevísima escaleta, lo cual antes era impensable para mí.
En lo que se refiere al proceso de edición, he mejorado también mucho. Ya no me da miedo tachar cosas durante la corrección, ni reescribir escenas, eliminarlas o añadirlas si veo que la historia lo necesita. También he aprendido a pedir opiniones a los demás y a no enfadarme cuando me hacen críticas, puesto que cuando era más joven tendía a pensar qe todo lo que salía de mi pluma era perfecto y, con el paso de los años, conocí la virtud de corregir y pedir consejo. Por fortuna, este cambio se produjo antes de publicar mi primera novela, ja, ja, ja.
Y en lo que se refiere a otras tareas, como la maquetación, también he aprendido a perderle el miedo a base de explorar un par de programas y de ver horas y horas de tutoriales, ja, ja, ja.

9.Sueles moverte en el género de la fantasía y del terror… ¿Has pensado en cambiar de registro? ¿Opinas que el escritor ha de salir de su zona de confort y probarse a sí mismo con nuevos retos? 
-Sí, claro. Aunque la fantasía y el terror es sobre lo que más me gusta leer y escribir, leo y escribo de todo. Es bueno salir de lo que estamos acostumbrados, tanto en la lectura como en la escritura, porque aprendes nuevos ritmos, nuevos prototipos de personajes, estilos, géneros... En fin, todo género te enriquece. Y, aunque sienta mayor predilección por la fantasía y el terror, de vez en cuando escribo moviéndome en otros géneros (aunque reconozco que sólo mediante relatos y microrrelatos, ya que en lo que se refiere a novelas, todavía no he salido de esa zona de confort) y, como lectora, leo absolutamente de todo: clásicos, romática, erótica, terror, fantasía, policíaca, histórica, de aventuras, de género Z... Soy filóloga y creo mi deber es tocar todos los palos.

10.Existe la tendencia a Creer que la literatura fantástica está pensada para un público juvenil. ¿Qué tienes qué decir al respecto? 
-Que hay muchos libros de fantasía: algunos son específicamente para niños y jóvenes, pero también los hay que puede leer cualquiera e incluso algunos que no son aptos para niños ni jóvenes. Por ejemplo, me parecería espantoso que un adolescente de catorce años leyera a George R. R. Martin por sus escenas de violencia brutal, su contenido sexual o el vocabulario de sus personajes, a veces excesivamente soez para esa edad.
Por otro lado, también hay novelas de literatura fantástica que gustan a todos, a mayores y adultos. No hay más que ver el caso de J. K. Rowling y su Harry Potter, que consiguió convertir a millones de niños y jóvenes en lectores y, me atrevería a decir, a más de un adulto. ¡Incluso hay gente que luce tatuajes relacionados con esta saga!
Si me permites barrer un poco para adentro, mi novelita El poder del medallón va dirigida a un lector ideal de 12 añitos, pero la mayoría de la gente que lo ha leído hasta ahora son adultos. Y si está recibiendo buenas críticas, sería porque lo que digo tiene sentido y la fantasía es como cualquier otro género: depende de a quién vaya dirigido cada libro en concreto.
-Muchísimas gracias, Noemí, por compartir tu experiencia en el blog y hacernos partícipes de tu andadura. ¿Hay algo que te gustaría añadir?
-Sólo que muchas gracias por la entrevista. Ha sido muy entretenido contestar a todas las preguntas y me ha servido para reflexionar a mí también. ¡Un abrazote!



Gracias a ti, Noemí, y ¡Mucha suerte en tus aventuras literarias! Seguiremos desde aquí tu trayectoria, escritora.



Enlace a la entrevista hecha a Noemí Hernández en el espacio Los conejos Literarios











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