jueves, 30 de julio de 2020

Entrevista a Cristina Aguas: 'Las ideas surgen de cosas mínimas'


Cristina Aguas

Para entrevistar a Cristina Aguas hemos contado en esta ocasión con una entrevistadora muy especial, su propia hija, Claudia Pacheco Aguas, estudiante de periodismo. Nadie mejor que ella para indagar en su trayectoria y activar los resortes adecuados para que Cristina, autora reservada donde las haya, nos hable de cómo surgió en ella el gusanillo de las letras y cómo fueron sus comienzos armando relatos. 

Cristina Aguas Marco nació en Zaragoza. Empezó escribiendo en cuadernos de espiral con papel cuadriculado y en librillos que ella misma encuadernaba. Torturaba a sus amistades con los primeros esbozos literarios como el que enseña los vídeos de las vacaciones sin importarle las caras de aburrimiento general. Veinte años tuvieron que pasar hasta que presentó un cuento en 2016 al certamen convocado por una biblioteca, que no ganó, pero le cogió el gustillo al asunto. A continuación, participó con microrrelatos en un concurso radiofónico. En esa ocasión sí se llevó algún premio y fue seleccionada para la final de la temporada. Nunca agradecerá lo bastante ese momento porque supuso la decisión de lanzarse definitivamente a una loca carrera. Desde entonces tiene relatos publicados en varias antologías, colabora en revistas digitales, escribe guiones y participa en diversas webs literarias.


Damos paso a la entrevista entre madre e hija:


Claudia Pacheco- En cuanto a tus inicios, ¿crees que si hubieses empezado antes habría sido más complicado conseguir la visibilidad que tienes ahora?
Cristina Aguas- Gracias por apoyarme pero mi visibilidad actual es relativa. Hay mucha competencia. Todo depende de la importancia que le des a escribir y hasta donde quieras llegar. En el momento de presentarte a concursos, abrir un blog y aprender, sobre todo aprender, ya no lo puedes dejar. Soy un poco vaga a la hora de promocionarme porque estoy en la antesala de los libros que vendrán y tiendo a no dar importancia a pequeños escritos que considero menudencias; luego me doy cuenta que transmiten a los lectores y la humildad me abandona. Tendré que echar mano de un agente para que se preocupe de esos asuntos, lo veo venir.
CP- ¿Consideras pues el mundo de internet y las redes un vehículo adecuado para tus objetivos?
CA- Claro. El mundo interconectado te ofrece posibilidades para darte a conocer y visitar plataformas de interés, a otros escritores o personas que tengan tus mismas inquietudes, para no quedarte aislada. Si te tomas esto en serio como algo más que una afición, has de sopesar sus exigencias, invertir horas, ganas y empeño. Las redes también tienen particularidades y hay que saber utilizarlas, no desviarte, potenciar sus ventajas, tener en cuenta sus inconvenientes y aprender de los errores.    
CP- Como por ejemplo, ¿qué errores?
CA- Si no estás, no existes. Caes en el olvido. En temporadas de barbecho literario me despisto o leo mucho, pero lo considero un tiempo bien invertido. También tengo tendencia a no ser pesada con mis textos, por aparente falta de constancia, aunque la realidad es que no puedo dedicarme a escribir tanto como desearía. Me faltan horas en el día. Lo que me da de comer son los números actualmente, no las letras, y es complicado conciliar ambas cosas. Necesito un mecenas, lo veo venir también.
CP- Eso me lleva a preguntarte por tu proceso creativo.
CA- Las ideas surgen de cosas mínimas. Si me tengo que documentar sobre una época o entorno que me resulta desconocido, soy muy concienzuda. Tengo carpetas, en plural, de «ideas futuros», así se llaman, con una situación, una frase o un arranque. Escribo rápido porque cuando me pongo a ello tengo la historia completa en la cabeza, pero antes era más espontánea y ahora reviso una y otra vez. Sigo comenzando mis historias a mano y no las paso al ordenador hasta que están maduras para crecer o ir a la papelera. 
CP- ¿Cuál es el motivo que te impulsa a escribir?
CA- El placer, la necesidad, la envidia y dar salida a la imaginación que no puedo contener.
CP- ¿Envidia?, queda extraño. ¿Pongo eso o lo quieres explicar?
CA- Sí. No. Es una sensación que tienen muchos escritores aunque lo reconocen con otras palabras. (Sonríe)  
CP- Hablas de relatos pero no mencionas otros formatos que también tocas.
            CA- El microrrelato no es mi favorito pero me muevo bien por él, me ha dado satisfacciones y supongo que me las seguirá dando. La condensación que requieren va un poco en contra de mi incontinencia cuando me lanzo a escribir. Estoy más cómoda con el cuento porque me permite dar a una historia la extensión que pide si es el caso. También me interesa el guion para audiovisual. Escribí el primero en 2017, lo presenté a un concurso y me sorprendió que fuese seleccionada. El cine, y también la música, se cuelan habitualmente en mis escritos; son unos temas sobre los que también me gustaría escribir en publicaciones no literarias, a modo de artículos.   
            CP- Hablando de cine, interpreto que como inspiración, ¿alguna película te ha movido a escribir? El tópico de qué autores literarios que te han influido te lo dejo para que lo contestes si te parece. ¡Hala!, dos preguntas en una, pero a ver si eres un poco más breve.
            CA- Muchas y ninguna. Una película no me inspira para eso. Te podría decir que libros sí porque te dejan el poso de estilo, temas, descripciones, y te influyen o mueven a escribir si tú quieres escribir, pero el cine no, al menos una película completa no, es un disfrute personal, pero lo reconozco como un referente en mi forma de expresarme. Me han dicho en más de una ocasión que algunos de mis relatos se visualizan al leerlos como si estuviesen filmados. Son dos lenguajes muy diferentes pero en resumen recrean una ficción de tu cabeza y transmiten al lector o al espectador un mundo irreal que toma forma en quien lo recibe de variadas maneras a veces. Sobre mis escritores de referencia, te diré que cuando otros niños pasaban de «Las aventuras de los cinco» a las aventuras más adultas, yo lo hice devorando a Poe, Julio Verne, Tolkien, Cortázar, Dostoiewski y clásicos que compraba baratos en la papelería del barrio cuando se le quedaban números atrasados de colecciones. Después modernicé mis gustos, pero me siguen encantando las librerías de viejo.      
CP- Te me has venido arriba en la entrevista y ahora me gustaría preguntarte: ¿Consideras como perfecta alguna de tus historias?
CA- Sí. Le tengo mucho cariño a varias, no especialmente premiadas. Cuando las terminas sientes que no debes tocar ni una coma. Son la plenitud misma y te animan a seguir por este camino. Algunas son inéditas y otras están publicadas.  
CP- Para finalizar, ¿qué es lo último que has escrito?
CA- Déjame que piense… es difícil. No encadeno una historia tras otra. Tengo siempre cosas esbozadas, a mitad o en reposo. La semana pasada finalicé un cuento inspirado por un sueño, escribí un micro de terror, le di un empujón a una extravagancia de humor absurdo y disfruté con un relato de ciencia ficción con pinceladas negras y rosas que pinta muy bien.
CP- ¿Y el libro para cuándo?  
CA- Llevo en mente recopilar relatos de forma inminente. La novela llegará también en un futuro, lo veo venir.  



Biografía literaria

Publicaciones
·      Amor kilómetro cero Autoedición,VVAA. Relato seleccionado.
·      Palabras que volaron, del blog 50Palabras, VVAA. Microrrelato seleccionado.
·      Miedo en tus ojos de Ojos Verdes Ediciones VVAA. Microrrelato seleccionado.
·      Rigor Mortis y otros relatos de humor actual, Editorial Verbum del II Concurso de Relatos Breves de Humor Enrique Gallud Jardiel.VVAA. Relato seleccionado.  
·      Los círculos del infierno y otros relatos, Centro de Estudios Borjanos-Institución Fernando el Católico, del IV Concurso de Microrrelatos Aragón Negro-Ciudad de Borja 2019. VVAA. Segundo premio.  

Reconocimientos
·      Concurso de microrrelatos de la FABZ 2016. Mención destacada en web.
·      Aragón Radio, espacios Erase otra vez 2016 y Relato imposible 2017. Varios microrrelatos.
·      22ª Edición FESCILA-Festival de Cine de La Almunia de Dª Godina. Guion para cortometraje seleccionado.
·      Microduelos a sangre en Luminaria, I Encuentro de narrativa fantástica de Zaragoza 2019. Segundo premio.
·      Concurso de Microrrelatos Lenteja de Tierra de Campos 2020. Primer premio.   

Colaboraciones digitales y Otros
·      El Callejón de las Once Esquinas -Blog
·      Revista Internacional miNatura
·      Esta noche te cuento -Blog
·      50Palabras -Blog
·      Espectáculo lírico-literario «Händel en blanco y negro», del FAN-Festival Aragón Negro 2018.


Blog de la autora




MAGIA VERDE

La revista Viajentureros regaló un bálsamo con el que, según la etiqueta firmada por el reputado doctor chino Fu Mandó, sentiría al instante el efecto de la flora tibetana en mis piernas cansadas.

Me noté rara tras la primera aplicación pero continué untándomelo porque olía genial, hasta que un día no me reconocí en el espejo. Una abominable pelambrera cubría mis extremidades. Ya no salgo. Unos chicos del patio de luces me fotografían para las redes. Su padre les ha explicado que tal vez, como soy una excéntrica escritora, esté probando un disfraz para la presentación de mi último libro. Me parece que no le creen. Siguen con la morbosa curiosidad de espiarme por turnos.

Nos espiamos mutuamente.

                                                                  Cristina Aguas




EN UN SALÓN FRANCÉS

Madame Sauvignon organizaba las mejores tertulias. La luz de las velas se multiplicaba en su villa al norte de la ciudad con espejos de fantasía. Su salón estaba abierto a literatos en ciernes, a músicos emergentes, a genios cargados de ilusiones de no importaba qué edad y en general a cualquier buscador de un refugio al atardecer en buena compañía o simple calor humano. La cuestión era acabar el día junto a medio centenar de ojos que observaban con el mismo deleite de mutua comprensión haciendo de la felicidad un manjar que se podía tomar a sorbos o a cucharadas. Si querías ser alguien en la sociedad parisina tenías que frecuentar con cierta asiduidad el lugar. La anfitriona era espléndida en regalar los sentidos de sus invitados, una mujer hermosa y jovial cuyo principal encanto se basaba en escuchar a todos, en querer agradar sin medida y en valorar por igual a propios y extraños. Nadie en su casa se sentía desplazado por muy diferente que fuese su condición. Propició conexiones culturales, políticas y financieras difíciles de imaginar si no hubiese sido a través de su prudente mano. Le adoraban, y por tal motivo su alma brillaba satisfecha con la inocente alegría de quien ha conseguido el mejor papel en la obra de su vida, pero inesperadamente su chispa se apagó de manera cruel.
Las reuniones continuaban realizándose en un palacete abierto como siempre aunque ella no asistía. Los amigos murmuraban. Hizo un enigma de sus ausencias disfrazándolas de viajes ineludibles, indisposiciones pasajeras y mentiras a las que no había sido nunca aficionada. Cuando reunía el valor suficiente para bajar a tomar una copa de champagne o mordisquear un pastelillo de crema, su actitud era taciturna, ausente e impasible. Madame Sauvignon se había enamorado como nunca le había pasado. Su corazón estaba fuera de control cuando Louis aparecía, tan seguro, tan correcto, tan formal, recitando su último poema cuya musa no era ella o bailando un minuet rozando otras manos que tampoco eran las suyas. La reina del salón se había vuelto invisible. El amor le producía tal parálisis que su boca seca solo acertaba a cruzar con él palabras intrascendentes, y siendo por lo habitual una mujer aguda e inteligente, quedaba anulada por una conversación desordenada, ocultando sus verdaderos sentimientos y no queriendo tirar de un carro en el que, comprendía, nunca se iba a montar. Dormía poco y mal. Comía lo imprescindible. Se ahogaba en las lágrimas que se negaban a salir por sus ojos. No perdía la esperanza pensando que mañana todo cambiaría y llegaba el nuevo día sin ser diferente al anterior. Amó hasta desquiciarse. Se consumió en una fiebre continua por unos labios y un cuerpo inalcanzable.
Murió cuando el invierno abandonó de puntillas el jardín, como ella misma, en silencio. Él nunca supo cómo había vaciado su vida. La fuente se secó cuando ella partió, pero en primavera brotó a su lado un rosal dicen que regado con las lágrimas finalmente liberadas por el fantasma de Madame Sauvignon. Los enamorados ofrecen esas flores a sus damas, incluido Louis, que sigue bailando el minuet en otro salón francés, como si nada.

1 comentario:

  1. Muy buena entrevista!Y los escritos !Que continuen los logros en el quehacer de escribir🤗

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