Aurora Losa |
La autora invitada que nos visita esta vez en el blog, es una autora muy especial a la que le gusta experimentar en diversos campos de escritura: desde los cuentos para niños hasta el relato corto, microrrelato y novela.
Aurora Losa, nacida en Medina
del Campo y afincada desde hace más de una década en La Palma del Condado. Mantiene desde
2014 su blog La desdicha de ser salmón y ha publicado dos cuentos para niños,
ambos ilustrados por Elena Gromaz (Lobo y el Pedro, Vecino Nuevo), también con
esta ilustradora publicó un libro de micropoesía: Haremos que llueva; y en
prosa: el libro de relatos cortos: Lo que las piedras callan, y la primera
parte de una trilogía basada en la Irlanda precristiana: El viento sobre las
colinas de Éire.
Aurora, cuéntanos cómo empezaste a escribir
De pequeña
escribía cuentos y poemas, algunos aún los conservo, la escritura ha sido una
actividad recurrente a lo largo de mi vida, pero decidí tomármelo más en serio
hará unos diez años, cuando las ganas de contar una historia concreta me
absorbieron y ya no pude parar. Esa historia no he terminado de escribirla aún
(solo he acabado la primera parte, que es mi novela El viento sobre las colinas
de Éire), pero por el camino he contado muchas otras y se ha convertido en algo
tan necesario como respirar.
¿Cómo es tu
proceso creativo?
Es bastante
aleatorio, al principio solo escribía cuando se me ocurría una idea, pronto me
dí cuenta de que no todas se pueden plasmar como merecen en el momento en que
se te ocurren y empecé a anotarlas en una libreta. Algunas han tardado años en
tomar forma y me han salvado del bloqueo creativo más de una vez. Por lo demás,
lo que más echo en falta es tiempo para dar a cada historia el cuidado que
requiere. Hay textos que se escriben del tirón en 10 o 15 minutos, aunque luego
haya que retocarlos y corregirlos; pero otros necesitan de horas y me provoca
un poco de ansiedad no disponer de ellas para hacerles justicia. Me inspiran
mucho la naturaleza, los mitos, los seres fantásticos y las tradiciones, pero
también me gusta mucho coger situaciones cotidianas y retorcerlas hacia el
absurdo.
¿Qué te impulsa
a escribir y publicar?
Cuando empecé a
publicar en mi blog, me di cuenta de que a la gente que lo lee le gusta porque
les ayuda a salir de las rutinas y a mí me permite contar el mundo como lo veo,
más allá de lo evidente; así que intento envolver al lector y trasladarlo a una
realidad diferente y más amable o divertida, en la medida de lo posible.
Confieso que lo más difícil que he hecho ha sido escribir para niños porque hay
que cuidar muchas cosas, los niños lo entienden todo y hay que encontrar la
forma de contárselo.
¿Con qué género
o tipo de texto estás más cómoda?
Depende de lo
que pida la historia o lo que me pida el cuerpo. Me tomo la escritura como un
experimento constante, me gusta jugar con las diferentes opciones y por eso he
escrito de todo un poco. Mi tía sostiene que soy una poeta bien camuflada, y
reconozco que estoy muy cómoda con la prosa poética, pero creo que eso es por
la vena de mitóloga y folclorista que tengo (¿dónde se consigue un título de
eso?). Los recursos de la tradición oral tienen mucho de canción o poema,
porque son más fáciles de memorizar. Y la metáfora o la ironía son casi tan
antiguas como la palabra. Me fascina cómo las diferentes culturas han dado
explicaciones similares a tantas cosas y cómo esas leyendas han ido mutando con
el paso del tiempo, creo que, en el fondo, la literatura trata sobre todo de
eso.
Muchas gracias por tu cercanía, Aurora. ¡No dejes de escribir!
Os dejamos con tres de sus creaciones:
DE
TI (I)
Aquel
lugar extraño, que solo conozco en sueños, que solo visito contigo, qué
angustioso se tornó anoche, con los cuervos portando los cadáveres de sus
compañeros, un niño pintando con los dedos y los últimos rayos de sol. Tu
abrazo que no era tu abrazo, y esa nostalgia que se colaba por la ventana con
una niebla asfixiante. Una cabra blanca y negra, el olor a castañas, un perro
ladrando a una nube de forma incierta. En medio del caos, tu voz como una
brújula; tus labios, estrellas polares; tus ojos, bálsamo capaz de resucitar a
los muertos.
AGITADO
Con el tiempo se convirtió en su
mejor crítico. Tenía ojo el pajarraco para las tramas y los personajes. Hasta
que una mañana, muy de madrugada, le descubrió frente al ordenador, tecleando
trabajosamente con el pico.
Aurora Losa
La desdicha de ser salmón
Muy bueno Gracias por compartir vivencias
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