martes, 8 de diciembre de 2020

Almudena Villalba Organero: El arte consiste en extraer belleza del fango

 

Almudena Villalba Organero


En esta ocasión nos visita en el blog Almudena Villalba, Deni, que nos cuenta  cómo fueron sus inicios con las letras y la escritura creativa:
 

Siempre he tenido mucho interés por la literatura, desde el punto de vista de lectora. Leía constantemente, por ello estudié filología hispánica. El paso a la escritura lo di cuando caí enferma y tuve que buscar un refugio, un salvavidas para sobrellevar el dolor. Me animó mi familia y comencé a participar en concursos por internet, me sorprendió la acogida, quedé finalista en varios e incluso gané alguno de ellos. A partir de ahí, conocí a escritores con los que compartí varias antologías. El año pasado una editorial, Tepublicamos, contactó conmigo y me editó mi primer libro de relatos : «Narrando hasta la orilla». El título no fue elegido al azar. La escritura me salvó en aquel momento y ahora se ha convertido en motivación, terapia, alegría, empoderamiento y satisfacción. Me gustaría compartir el prefacio del libro, para que comprendáis lo que significa para mí la escritura.

 

PREFACIO

NARRANDO HASTA LA ORILLA

Lo que debo hacer, lo que hago, lo que me duele el brazo, lo que lo ignoro, lo que me callo, lo que me exijo, lo que me exigen, lo que lloro, lo que aguanto; y un día me levanto alzando con mi cuerpo el dolor del mundo.  Sueño que un abrazo, una palabra, un beso serán capaces de aliviarlo cada mañana. Que esa sonrisa impostada, que devuelve el espejo, brotará libre de la tristeza que se esconde tras ella; para luego preguntarme ¿por qué a mí? Y acto seguido rescatar del baúl, escondido en el desván de un bienestar apenas visitado, los buenos momentos, los verdaderos amores y lo que todavía me gustaría hacer o descubrir. Y esto para no morir cada día…aunque sigo muriendo y no sé por qué. El cuerpo me aprisiona, me aplasta con la pesada zarpa de la incapacidad.  No puedo vivir en esta jaula creyendo que lo que está encerrado es el mundo. Rompo las cerraduras de la cárcel que me ciega con una pizca de lucidez y salgo a buscar respuestas. Se inicia un peregrinaje ante señores de batas blancas para, por fin, bautizar al mal que me acompaña. «No tiene cura», cae la sentencia abrupta, sin bálsamos ni vaselinas. La mente, lo único que flota libre y sin cambios, se envuelve de una negra bruma. Quizá han pasado doscientos años, los mismos que tiene mi nuevo cuerpo, hasta que llego a la siguiente conclusión: «No es lo que pase sino cómo lo afronte. No es lo que quiera sino cómo lo quiera. No es lo que tenga sino cómo me sienta». Así que empiezo a olvidarme de lo que me ocurre para centrarme en cómo lo vivo.

Los lazos mágicos que han tejido el éxito de ese pensamiento no han sido otros que los abrazos, la paciencia y la comprensión de los que me rodean. Eso sí, estoy enfadada con el mundo, con la suerte, con los dioses, cualesquiera que sean. Le escribo una carta a la salud, la única diosa hasta el momento conocida por mí, y que me ha defraudado:

  

CARTA A HIGÍA


«Me abandonaste. Nunca comprendí por qué la gente te deseaba en sus dichos y canciones, incluso antes que al dinero o al amor. Ahora ya lo sé, no te valoré lo suficiente. Todopoderosa, te desafié creyéndome protegida con mi armadura de carne, huesos y piel. Me dejaste desolada y perdida. Secaba mis lágrimas con el reverso del pesimismo, y con el anhelo de la remisión alimentaba la esperanza. 
Durante el duro camino de la asimilación me acompañó un macuto repleto de incertidumbre que, cada vez más cargado, me intimidaba y me hacía tropezar. Cuanto más caía, más añoraba tu regreso.
Me dejaste a merced de la enfermedad. Intenté resistir, pero su azote de dolor doblegó mi voluntad. Me acostumbré y comencé a quererla. Con ella aprendí a pasear en vez de correr, a ver en lugar de mirar, a escuchar además de oír. Me enseñó a valorar el placer de un abrazo, el alivio de una ayuda, el sonido de mi risa, la compañía de un ser querido. Y ahora, anestesio el sufrimiento para empaparme de vida.
Te remito estas palabras para que sepas que contigo quizá fui más feliz, pero con ella, y solo con ella, he encontrado la inspiración.

Remitente: Luchadora
Destinatario: Salud Perdida
Calle: Adaptación, 10
100X100 SUPERACIÓN»

 

El pasado, el presente y el futuro son incompatibles. No puedo pretender vivirlos a la vez. Me he entristecido muchas veces recordando lo que no puedo hacer; pero inmediatamente, he recurrido a lo que sí hago, e intento hacer bien. De esa manera paso de la frustración al orgullo, y escribo por dos razones: para llorar y para no llorar.

El arte consiste en extraer belleza del fango, algunos lo llaman:

RESILIENCIA

«Acompaño al ritmo de mi mente el despertar cansino de este cuerpo anciano.
Empujo unas piernas, que arrastran pasos de duendes escondidos,
tras la mueca de mis labios, que simulan sonrisas, no molinos.

Alcanzo, con ensayados trazos de soltura, un bote, una taza, una locura…
que ahuyenta con un pinchazo su propósito, me recuerda que debo tomar las medicinas.
 

Cimentados los miembros de mi maltrecha armadura, agarro la energía como un rayo de luz en la negrura.

Y aliento sueños en un solo día, de momentos, de pequeñas vías de triunfos y laureles en corona de espinas».

Textos (Introducción, carta y poema) seleccionados para la antología "Relats" que organizó AVAFI (Asociación Valenciana de Afectados de Fibromialgia) 

 

Mi objetivo: coronar mis momentos con más laureles que espinas, no perseguir sueños imposibles; sino que mis imposibles se conviertan en metas, porque cuando envejecen nuestras ilusiones se nos arruga la vida, y la vida no es esto o aquello, la vida, simplemente, ES.

 

Reproducimos a continuación dos Microrrelatos de Almudena Villalba Organero:

 

CARNE FRESCA 
¡Qué sangre fría! Apenas han pasado veinticuatro horas desde su muerte y nada ha cambiado para ella. La odio. «No soy tu enemiga, Diana. Soy tu madre. Sal, conoce gente y libérate. ¿Cuánto te declararás a ese pastor que cada noche besas en secreto? No vivimos de pan, sino de carne joven, jugosa y palpitante. La virginidad te está amargando. Corre ahí fuera y disfruta. Tu vida es eterna y de ti depende que sea dichosa o desgraciada. Toma el arco y caza algún venado para cenar». 
Alcancé el bosque y corrí sin mirar atrás. Sus palabras me perseguían sembrando la duda. Germinando la tentación. Me sumergí en las cristalinas aguas del rio, desnuda. Un bautizo de paz. Al salir, allí estaba. Petrificado mirando mi desnudez. Cuando tomé el arco, ni siquiera se movió. Mi flecha envenenada acertó de lleno en su corazón. Le despojé de la ropa mientras pronunciaba el ancestral conjuro. Lo arrastré de vuelta al hogar. Contenta, mi madre saboreó la carne fresca de un delicioso venado.

 RUTINA 

 Gasto tanta energía durante la jornada laboral que el resto de la tarde no es más que una suma de tareas rutinarias que me distraen hasta la hora de dormir. ¡Quiero hacer algo con mi vida! ──decidió Amanda──. Acto seguido, cogió el teléfono móvil y marcó el número que había resultado de juntar la edad de cada uno de sus padres, la suya propia, su número de la suerte y las dos últimas cifras del año actual. Esperó dos tonos, tres, cuatro... ¡Menuda tontería! ¿Quién va a contestar? ¡Estoy como una cabra! ── pensó──. Lanzó el móvil sobre la mesa y se fue a la cocina para preparar la cena. Cuando estaba ultimando el guiso, sonó el timbre del teléfono. Se quedó atónita al comprobar que el número que aparecía en la pantalla no era otro que el que ella misma había marcado. Llamada entrante...Tiembla:

── ¿Dígame?
── Amanda ¿eres tú? 
── Sí, soy yo ¿Quién habla? 
── Esperaba tu llamada. Has tardado en decidirte muchos años.
── Pero. ¿Quién eres? ¿De qué me conoces?
── Tranquila Amanda, no te asustes, no soy más que tu inspiración.                                                      

Biografía literaria:

Antologías:

Con el grupo Charca LiterariaApagué la luz, La fiambrera, Perlas en la charca, Diez voces en un libro.

Con el colectivo Valencia Escribe: El tiempo y la vida, Cuentos de las estaciones, A punta de relato, Relatos con banda sonora.

Con Diversidad Literaria: «Erotismo en estado puro, Porciones del Alma, Luz de luna, Tragedias poéticas, Versos desde el corazón, Sensaciones y sentidos». 

Seleccionados en sus antologías: 101 crímenes de Valencia con Vinatea editorial.   Mujeres en el arte, dirigida por Esther Tauroni. Vientos para una pluma de editorial acen (seleccionado en concurso). Con Ediciones de letras en su antología «Aforismos». Seleccionada en la antología «Relats» del concurso de Avafi (Asociación Valenciana de fibromialgia)

Primer premio del público y finalista del jurado en Club de escritura Fuentetaja, con Ángel, publicado en la antología Letras contra la pobreza y la exclusión social. Sobre esta obra (Ángel) existe el cortometraje  homónimo seleccionado en varios certámenes y Primer premio de Atlanta. Primer premio con el relato Promesa de fuego en el VI concurso literario José Ferrer ESCLAFIT de la falla Els Chuanos, publicado en su libro de fiestas en Alicante.  Dos relatos publicados en los libros de fiestas de Náquera.

 Mi primera antología de relatos en solitario «Narrando hasta la orilla» me la público la editorial Tepublicanos.

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