fragmento de ÁNGELA CARTER tomado de su recopilación de cuentos La cámara sangrienta -Lobalicia- que insertó en su guion para la película del enlace que se adjunta al final.
Lobalicia
Érase una vez un pueblo donde todos dormían y una loba subió del mundo de abajo al mundo de arriba. No quería hacer daño a nadie pero alguien sí le quiso hacer daño a ella, así que huyó corriendo, y huyó y siguió huyendo. Pobre criatura sin alma. Con el tiempo se te curará. Se le curó porque no era más que una niña que se había apartado del sendero del bosque y nunca olvidaría lo que allí encontró. Así que se dirigió de nuevo al bosque, y huyó, y huyó y volvió en busca del mundo de abajo.
(Ángela Carter)
Lobalicia
Érase una vez un pueblo donde todos dormían y una loba subió del mundo de abajo al mundo de arriba. No quería hacer daño a nadie pero alguien sí le quiso hacer daño a ella, así que huyó corriendo, y huyó y siguió huyendo. Pobre criatura sin alma. Con el tiempo se te curará. Se le curó porque no era más que una niña que se había apartado del sendero del bosque y nunca olvidaría lo que allí encontró. Así que se dirigió de nuevo al bosque, y huyó, y huyó y volvió en busca del mundo de abajo.
(Ángela Carter)
Reinterpretación:
La pequeña Lobalicita se había criado en el subsuelo y una clara noche de verano decidió visitar el pueblo de la superficie. No quería hacer daño a nadie pero alguien, de esos que luego duermen a pata suelta, sí le lastimó. Huyó con el alma herida y el miedo poniendo veloz latido a su retirada. Escapó hasta su refugio del mundo de abajo. Allí se curó lamiendo las pústulas. Fue el pago de una criatura fascinada por la espesura del bosque, lugar de su extraño origen, al que ya no pertenecía, pero donde podría regresar a voluntad guiada por la brújula que en aquella ocasión le robó a la Luna.
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